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Entender la infodemia y la desinformación en la lucha contra la COVID-19
¿Qué es la infodemia?
Según ha declarado la OMS, el brote de COVID-19 y la respuesta correspondiente han estado acompañados de una infodemia masiva, es decir, de una cantidad excesiva de información -en algunos casos correcta, en otros no- que dificulta que las personas encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan.
El término infodemia se refiere a un gran aumento del volumen de información relacionada con un tema particular, que puede volverse exponencial en un período corto debido a un incidente concreto como la pandemia actual. En esta situación aparecen en escena la desinformación y los rumores, junto con la manipulación de la información con intenciones dudosas. En la era de la información, este fenómeno se amplifica mediante las redes sociales, propagándose más lejos y más rápido, como un virus.
¿Qué es la desinformación?
La desinformación es la información falsa o incorrecta con el propósito deliberado de engañar. En el contexto de la pandemia actual, puede afectar en gran medida todos los aspectos de la vida, en particular la salud mental, habida cuenta de que las búsquedas en internet de información actualizada sobre la COVID-19 se han disparado de 50% a 70% en todas las generaciones.
En una pandemia, la desinformación puede afectar negativamente la salud humana. Muchas historias falsas o engañosas se inventan y difunden sin comprobar su veracidad ni calidad. Gran parte de esta desinformación se basa en teorías de la conspiración, y parte de ella introduce algunos de los elementos de ellas en el discurso predominante. Ha estado circulando información inexacta y falsa sobre todos los aspectos de la enfermedad, como el origen del virus, la causa, el tratamiento y el mecanismo de propagación. La desinformación puede difundirse y asimilarse muy rápidamente, dando lugar a cambios de comportamiento que pueden llevar a que las personas tomen mayores riesgos. Todo esto hace que la pandemia sea mucho más grave, perjudique a más personas y ponga en peligro el alcance y la sostenibilidad del sistema de salud mundial.
¿Cómo contribuye la infodemia a la desinformación?
El mayor acceso en el mundo a los teléfonos móviles con conexión a internet y a las redes sociales ha dado lugar a la producción exponencial de información y de las posibles modalidades para obtenerla, creando una epidemia de información o infodemia. En otras palabras, estamos ante una situación en la que se produce e intercambia mucha información en todos los rincones del mundo, la cual llega a miles de millones de personas. Pero ¿cuánta de esa información es correcta? Solo parte de ella.
Es fundamental romper este peligroso ciclo: la desinformación aumenta al mismo ritmo que las modalidades de producción y distribución de los contenidos. Así que la propia infodemia acelera la desinformación y hace que perdure.
¿Qué clase de información buscan las personas y qué esperan obtener hoy día?
¿Porqué la infodemia puede empeorar la pandemia?
• Dificulta que las personas, los encargados de tomar las decisiones y el personal de salud encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan. Entre las fuentes figuran las aplicaciones para teléfonos móviles, las organizaciones científicas, los sitios web, los blogs y las personas influyentes, entre otras.
• Las personas pueden sufrir ansiedad, depresión, agobio, agotamiento emocional y sentirse incapaces de satisfacer necesidades importantes.
• Puede afectar los procesos decisorios cuando se esperan respuestas inmediatas, pero no se asigna el tiempo suficiente para analizar a fondo los datos científicos.
• No hay ningún control de calidad en lo que se publica y a veces tampoco lo hay en la información que se utiliza para adoptar medidas y tomar decisiones.
• Cualquier persona puede escribir o publicar algo en internet (podcasts, artículos, etc.), en particular en los canales de las redes sociales (cuentas de personas e instituciones).
¿Cómo se está tuiteando sobre la COVID-19 en la Región de las Américas?
Según un estudio del Centro de Informática de la Salud de la Universidad de Illinois, en el mes de marzo unos 550 millones de tuits incluyeron los términos coronavirus,
corona virus, covid19, COVID-19, covid_19 y pandemia. Al inicio del periodo de confinamiento en Italia se registró un aumento exponencial del volumen de tuits, que alcanzó su punto máximo alrededor del día en que Estados Unidos declaró que la pandemia se había convertido en una emergencia nacional. Del número total de tuits, 35% provenían de Estados Unidos, 7% del Reino Unido, 6% de Brasil, 5% de España y 4% de la India. La distribución por sexos fue casi igual, aunque los hombres tuitearon un poco más (55%). Con respecto a la edad, el 70% de todos los tuits fueron producidos por personas mayores de 35 años; le siguió el grupo
niños y adolescentes (menores de 17 años), con un 20%. Las etiquetas relacionadas con la pandemia más utilizadas fueron #pandemia y #aplanarlacurva.
¿Cómo pueden las personas ayudar en la lucha contra la infodemia sobre la COVID-19?
¿Cómo está haciendo frente la OMS a la infodemia durante la pandemia de COVID-19?
● La Red de Información sobre Epidemias de la OMS (EPI-WIN) tiene por objeto dar a todos acceso a orientación e información que sean oportunas, correctas, fáciles de entender y procedentes de fuentes confiables sobre eventos de salud pública y brotes (actualmente sobre la emergencia de salud pública generada por el brote de COVID-19). A principios de abril, la EPI-WIN celebró una consulta mundial en línea de dos días sobre cómo controlar la infodemia relacionada con la COVID-19. Se recopilaron las ideas de un grupo interdisciplinario de expertos y de 1.375 participantes. También se presentaron más de 500 ideas en un foro interactivo en línea.
● La OMS está estableciendo asociaciones y colaboraciones para apoyar la respuesta frente a la infodemia mediante la elaboración de recursos mundiales para la comprobación de los hechos y la gestión de la desinformación, la medición y el análisis de la infodemia, la síntesis de los datos científicos, la traducción de los conocimientos, la comunicación de riesgos, la participación comunitaria y la amplificación de los mensajes.
● El equipo de la OMS que está dando seguimiento a la infodemia está trabajando con ahínco para contrarrestar los rumores mediante la publicación de “información para desmentir mitos” a fin de abordar los rumores, así como sesiones en vivo de preguntas y respuestas con expertos en su sitio web y redes sociales, y a través de los medios de comunicación.
● La OMS también está colaborando con las empresas de motores de búsqueda, redes sociales y digitales —Facebook, Google, Tencent, Baidu, Twitter, TikTok, Weibo, Pinterest, entre otras— para filtrar los mensajes falsos y promover información exacta de fuentes creíbles como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y la propia OMS, entre otras.
● A través de Instagram y YouTube, entre otras vías, la OMS está entablando contacto con personas influyentes, sobre todo de la Región de Asia y el Pacífico, para que difundan mensajes correctos entre sus seguidores. El empleo de técnicas de seguimiento de las redes sociales y los medios de comunicación, y el análisis de percepciones, están ayudando a conocer los temas que surgen en línea, el significado de esas conversaciones y los factores emocionales que las impulsan.
¿Dónde puedo encontrar fuentes confiables sobre la COVID-19?
● Portal de la OPS/OMS sobre la COVID-19
● Portal de la OMS sobre la COVID-19
● Orientación sobre la COVID-19 y últimas investigaciones en las Américas (OPS/OMS)
● Vitrinas del conocimiento sobre la COVID-19 (OPS/OMS y BIREME)
¿Dónde puedo obtener más información sobre la infodemia?
● 1 Zarocostas J. How to fight an infodemic. The Lancet 2020 Feb;395(10225):676.
● Naciones Unidas. UN tackles ‘infodemic’ of misinformation and cybercrime in COVID-19 crisis.
● MIT Technology Review [Internet]. How social media can combat the coronavirus ‘infodemic’
Información de contacto
Tel: +1 (202) 974 3531 ● FAX: +1 (202) 775 4578 ● emergencies@paho.org
Agradecimientos
Esta hoja informativa ha sido elaborada en colaboración con la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo; el Departamento de Informática en Salud del Hospital Italiano de Buenos Aires (Centro Colaborador de la OPS/OMS para Sistemas de Información y Salud Digital); la Universitat Oberta de Catalunya (Centro Colaborador de la OPS/OMS en Cibersalud), el Center for Health Informatics de la Universidad de Illinois (Centro Colaborador de la OPS/OMS sobre los Sistemas de Información para la Salud); el Programa de Innovación Tecnológica en Salud Pública del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Buenos Aires; y la red de expertos de la OPS en sistemas de información para la salud (IS4H).
También se ha contado con el apoyo de Tina Purnat, Departamento de Salud Digital e Innovación, División Científica de la Organización Mundial de la Salud, Ginebra (Suiza); y de Tim Nguyen, Departamento de Gestión de Peligros Infecciosos, Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Organización Mundial de la Salud, Ginebra (Suiza).